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Todo era oscuro, no había nada, ese mundo ya no tenía salvación entonces, ¿para que seguir luchando por él? Por mucho que fuera su creadora ya no podía salvar algo que había ido hacia la perdición, las razas de ese mundo sabían que se estaba muriendo pero en vez de luchar por salvarlo lo único que hicieron fue matarlo poco a poco, no entendía porque querían matar la tierra que los había visto nacer, crecer y morir durante generaciones, pero ellos lo hacían sin motivo aparente, con guerras, matando los seres vivos que habitaban allí desde tiempos inmemoriales, matando árboles que tenían no centenares sino millares de años, Yandra se lo preguntaba una y otra vez pero no hallaba la respuesta a esa simple pregunta.
Tomó una decisión, abandonaría ese mundo, ya no valía la pena seguir cuidando de él, pondría un guardián que lo custodiara pero ella se desentendió del mundo completamente, así nació la esclavitud en el mundo de la oscuridad, un mundo que ya está muerto y solo quedan esclavos trabajando para un malévolo guardián, allí ahora habitan criaturas que ya perdieron la humanidad hace mucho tiempo.
Yandra volvió al mundo Cristalino y desde allí vigiló los demás mundos, porque esos si que progresaban hacia un futuro brillante pero ese mundo era el único que le había fallado, aún no podía entenderlo, después de siglos vigilando a todos los mundos que ella gobernaba decidió que era el momento de buscar una sucesora, una guardiana para ella y ayudantes que pudieran servirle para hacer que esos mundos no se perdieran en la oscuridad como había pasado con aquel.
Al cabo de unos meses de búsqueda encontró a todos los subordinados que necesitaba, su sucesora había sido escogida y su guardiana también, los demás serían guardianes de los mundos y velarían por que aquellos prosperaran y no se fueran hacia el mal camino, cada uno debe crearse su propio camino, puede equivocarse en él, puede luchar por sus ideales y hacer que su mundo sea mejor de lo que es, pero si en algún momento se desvía las diosas estaremos para guiarle hacia donde debe de nuevo.